lunes, 5 de marzo de 2012

RAPELAY, POR FELIPE


No quiero ser abogado del diablo, pero sí hay que reconocer que la masificación de la tecnología da para todo tipo de público y eso amplía las posibilidades de la oferta.


Sé que hay gente que fantasea con las violaciones. Por eso existen páginas porno donde éstas son simuladas. En el hentai también es un tópico frecuente (no conozco el nombre de su clasificación). Era inevitable que esto llegase a los videojuegos, y lo único que queda para quienes estamos contra esos actos es esperar que quienes lleguen a jugar esto sean gente que tenga dominio sobre sus parafilias, y que sólo use el juego para cumplir virtualmente lo que la realidad jamás le permitiría.


Suena aberrante, pero no podemos tener control sobre lo que pasa por la mente de las personas, pero sí sobre sus actos y para eso están las leyes.


En resumen, este juego me produce dilemas enormes sobre la libertad de expresión.


NOTA: Podéis leer a Felipe desde el siguiente ENLACE.
Un blog que desde aquí os recomiendo encarecidamente.

1 comentario:

Old School Generation dijo...

Gracias por tu participación Felipe.
Celebro poder leer una crítica constructiva en torno a este polémico ¿juego?.
Difícil calificarlo, aunque en mi humilde opinión se aproxima más a una aberración infecta.