FINAL FIGHT 3, POR "ZANATOS"

Final Fight 3 presenta varias ventajas con respecto a la primera parte: por fin se puede jugar a dobles, teniendo hasta 4 luchadores para escoger, entre ellos el imprescindible Mike Haggar y el por fin presente Guy (eso sí, falta Cody, lo cual no me parece del todo bien); además, cuenta con una fase más, 6 en total, por 5 del Final Fight 1.

¿Es entonces FF 3 mejor que FF 1?

A pesar de todos estos detalles que suponen varios puntos a su favor, la respuesta es NO.
¿Y por qué no?

Veamos, para empezar la banda callejera a la que tendréis que hacer frente ya no son los Mad Gear, sino los Skull Cross.

Puede parecer una tontería, pero ya me había acostumbrado a los delincuentes de toda la vida del Final Fight (a pesar de que sus miembros, obviamente, no son los mismos en FF 2, pero como banda sí son ellos), y este cambio tan brusco me ha pillado por sorpresa, y la verdad no es lo mismo.

Además, los nuevos enemigos son tan simples que hace que añore aún más a los anteriores.

De todas formas, esto es secundario en comparación con el gran fallo que trae este juego.
Y el gran fallo de FF 3 es su dificultad, casi inexistente.

Es TAN fácil este juego que la primera vez que me puse a jugarlo me lo pasé en, agarraos que vienen curvas... ¡32 minutos!

Y sin usar ni una sóla continuación.

Para mí esto es toda una ofensa a la saga, que siempre se ha caracterizado por no ser precisamente sencilla.

Ni qué decir tiene que sólo lo alquilé una vez, y por supuesto ni se me pasó por la cabeza comprármelo, ya que gastarme 10.000 pelas de las de entonces en un juego que conseguí terminarlo en media hora habría sido tirar el dinero tontamente.
Por lo demás, FF 3 está bastante bien gráficamente, y su jugabilidad es tan buena como en juegos anteriores.

Eso sí, el sonido deja bastante que desear, sobre todo si lo comparamos con las fenomenales melodías que se podían escuchar en la primera parte.
Un juego recomendado sólo a los que no sean muy diestros jugando a este tipo de juegos, dada su casi nula dificultad.

Los que sean auténticos expertos de avanzar repartiendo leches virtualmente hablando que se abstengan, ya que van a tardar menos en pasárselo que en hacerse un bocadillo de panceta.

Así está el tema.