Recuerdo que cuando apareció era de lo mejorcito, tenía unos sprites grandes y unos gráficos muy coloridos.
Su estética parece calcada a la de Jason de Viernes 13, razón por la cual en la primera entrega de Turbografx el protagonista llevaba una máscara de color Rojo.
Para esta segunda entrega, la cual jugué bajo el formato de Sega Mega Drive, el protagonista vuelve con la máscara blanca, como Dios manda.
Es un juego arcade de avance slide horizontal y prima la violencia de las muertes de nuestros enemigos, entre vísceras y cantidades inmensas de sangre o fluidos.
En general esta bien y entretiene aunque en cuanto a jugabilidad quizás flojea un poco.
Aún así no deja de ser un clásico y digo de jugar, sobretodo para los amantes Splatter (gore).
Coincido contigo Joss; los gráficos están por encima de la jugabilidad.
Pese a que el control (que no el manejo) del personaje principal resulta un tanto estático, más si lo miramos desde un punto de vista quizá demasiado exigente, el juego consigue resultar altamente entretenido.
A título personal, jugué mucho a esta segunda entrega, incluso más que a la primera parte, que también está disponible para NES, y la tercera, que nunca llegó a comercializarse, pese a que el juego ya estaba concluido y listo para su salida al mercado.
Por fortuna es posible adquirir el título por otros medios, que dicho sea de paso, mejora con respecto al Splatter House 2 en todos y cada uno de los apartados.
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